Posimpresionismo

Posimpresionismo

El posimpresionismo es un movimiento artístico que se desarrolló durante la década de 1890. Se caracteriza por un enfoque subjetivo de la pintura, ya que los artistas buscaban evocar emociones a través de su obra, dejando a un lado el realismo. Si bien sus estilos varían mucho, las pinturas postimpresionistas sí comparten algunas características. Éstas incluyen motivos simbólicos, colores poco naturales, y pinceladas pictóricas.

Historia

Entre 1870 y 1880, el impresionismo era la corriente vanguardista dominante en Francia. Sin embargo, muchos nuevos artistas no estaban de acuerdo con el enfoque impresionista en la forma en vez de la temática. Con la intención de revolucionar el mundo del arte contemporáneo, varios artistas con estilos disímiles—incluyendo a Paul Cézanne, Paul Gauguin, Vincent van Gogh, Georges Seurat, Henri Toulouse-Lautrec y Henri Rousseau—formaron el grupo de los postimpresionistas.

Al ser rechazados en los circuitos oficiales, el grupo de los pintores impresionistas organizó sus propias exposiciones y mantuvo una cohesión que duró hasta que, décadas después, algunos de ellos alcanzaron cierto reconocimiento. De la disgregación de ese movimiento nació el posimpresionismo en parte como evolución y en parte como ruptura.

Simbolismo emocional

Como explica Fry, los postimpresionistas creían que una obra de arte no debería de girar alrededor de un estilo, proceso o enfoque estético en particular. En cambio, la obra debería de hacer énfasis en el simbolismo al comunicar los pensamientos más profundos del subconsciente del artista. En lugar de emplear el sujeto como una herramienta visual o como un medio para un fin, los postimpresionistas lo percibieron como una forma de transmitir sentimientos. Según Paul Cézanne, “una obra de arte que no comenzó en las emociones no es una obra de arte”.

Colores llamativos

“¡El color! Qué profundo y misterioso lenguaje, el lenguaje de los sueños”. -Paul Gauguin A diferencia de los impresionistas, quienes buscaban capturar los efectos de la luz natural sobre los tonos, los postimpresionistas deliberadamente adoptaron una paleta de color artificial para representar su percepción emocional del mundo que los rodeaba. Tonalidades saturadas, sombras multicolor y una gran variedad de colores son evidentes en la mayoría de las pinturas postimpresionistas, mostrando el enfoque innovador e imaginativo de los artistas hacia la representación.

Pinceladas distintivas

Al igual que las pinturas que pertenecen al impresionismo, la mayoría de las pinturas postimpresionistas presentan pinceladas gruesas y perceptibles. Además de añadir textura y un sentido de profundidad a la obra de arte, estas marcas también apuntan a las cualidades pictóricas de la obra, dejando claro que no pretende ser una representación realista.